El Asesino Burocrático

He visto crímenes contra el arte futbolístico antes, pero el manejo de la FA con Lucas Paquetá merece su propio ala en el Museo de Atrocidades Administrativas. Cuando el último verdadero meia-atacante de Brasil se enredó en regulaciones de apuestas, lo que siguió no fue justicia: fue negligencia institucional con música de ascensor.

Acto I: El Desmantelamiento de un Maestro

El Paquetá previo a la suspensión no solo era bueno: era matemáticamente irreemplazable. Mis modelos aún muestran su xA (asistencias esperadas) en 0.38 por 90 minutos en ²⁰²²⁄₂₃, superando al 94% de los mediocampistas ofensivos europeos. El juego del West Ham cayó un 17% sin él (no me crean, revisen mi hilo @AnalystRafael).

Sin embargo, la FA concluyó que:

1. Una multa de £1M equivale a ‘restitución’ por destruir un activo de £50M
2. Sancionarlo durante sus años clave (25-27) no afectaría la cantera de Brasil
3. Cero consideración por el impacto psicológico en jugadores creativos (ver mi estudio 2021 sobre jugadores brasileños en sistemas defensivos)

Acto II: El Dilema Cunha

Ahora Dorival Júnior debe convertir al ‘tanque’ Matheus Cunha en creador. Mis datos muestran:

• Éxito en dribles: Paquetá 63% vs Cunha 51%
• Pases clave/partido: 2.7 vs 1.2
• Contribución defensiva: Aquí gana Cunha… lo que dice todo sobre el fútbol moderno.

Acto III: Lo Que Todos Perdimos

La verdadera víctima: la biodiversidad futbolística. Resultado:

• Un talento generacional entrenando solo en Río
• Una federación que valora procesos sobre personas
• Aficionados privados de esa ginga que hasta hacía contener la respiración a Anfield

¿No deberíamos evaluar a los organismos rectores como a los jugadores? Porque actualmente, el xD (Decencia Esperada) de la FA ronda números negativos.

Opina abajo: ¿Los creativos como Paquetá merecen consideraciones especiales? Debate este martes en Twitter Spaces.