Crítica de Rangnick: La crisis de United

H1: Los números no mienten — pero el sistema sí

Gastaron 700 millones. Clasificados en el puesto 15 de la Premier League. Eso no es un resultado: es una confesión.

He analizado mapas térmicos desde los favelas de Río hasta los campos del Bundesliga, pero nada prepara para lo que Ralf Rangnick describió: un club donde nadie sabe quién toma decisiones.

No se trataba solo de brechas técnicas o cambios de entrenadores. Era estructura — la ausencia de un sistema operativo.

H2: El fantasma de Sir Alex

Cuando Sir Alex Ferguson se fue en 2013, no solo dejó Old Trafford; se llevó el plan maestro.

No era solo entrenador; era arquitecto, CEO y guardián cultural. Al salir… también desapareció la brújula.

Rangnick lo dijo claro: “¿Quién tomaba decisiones? ¿Quién era responsable?” Ese silencio no es liderazgo: es amnesia institucional. Cada nuevo técnico trae una filosofía distinta —como cambiar motores a mitad del vuelo sin verificar si hay combustible.

H3: La locura del mercado que no construyó nada

Puedes comprar modelos analíticos hasta que te duela la mano, pero si no hay visión detrás, es solo ruido.

United no fracasan por falta de dinero. Fracasan por falta de dirección.

Rangnick señaló lo absurdo de invertir en estrellas mayores mientras ignoran los sistemas juveniles —y él lo sabe. Construyó modelos en Red Bull y Bayern que priorizaban el desarrollo a largo plazo sobre el brillo inmediato.

Pero en United? Firmas a Bruno Fernandes por 48 millones… y seis meses después gastas otros 36 millones en otro mediocampista —no para reforzar, sino para sustituirlo por un supuesto desajuste táctico. Eso no es estrategia. Es compras desesperadas con análisis encima del papel.

H4: Liderazgo no es título — es tolerar al caos

He asistido a reuniones directivas en toda Europa. Lo que más me sorprendió no fueron malas decisiones… fue cuán fácil aceptaban como normales. En United bajo Rangnick? Sin claridad sobre quién podía aprobar fichajes. Sin criterios consistentes para evaluar entrenadores más allá de su reputación o impacto mediático. Y aún así esperamos resultados? The problema no es haber contratado malos entrenadores… es seguir contratando diferentes cada temporada mientras fingimos continuidad. The ciclo no está roto — está reforzado por el caos disfrazado de evolución.

H5: ¿Qué se puede hacer? (Spoiler: No más gastos) The solución no son más fichajes, estadios más grandes ni anuncios llamativos durante los descansos —aunque ayudan a vender entradas y encantan a patrocinadores. The verdadera solución es nombrar una persona con poder real —no solo influencia— para tener visión, política de fichajes y planificación sucesoria entre departamentos. Esto no trata de encontrar otro ‘tactician’. Se trata de instalar gobernanza con responsabilidad integrada en cada contrato y decisión.